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Modelos de aeronaves, barcos, blindados y vehículos. Además hay buenas historias y anécdotas de la aviación civil y militar del Siglo XX, más datos y técnicas prácticas para cultores del modelismo a escala

C-3PO Translater

domingo, 24 de julio de 2011

CVN-65 USS Enterprise 1/100


El modelismo al servicio de la historia...

Por Jolly Rogers 
Si bien tendemos a ver nuestro hobby como una actividad que nos sirve como esparcimiento, auto gratificación artística, recreación de escenarios históricos preferidos y hasta como terapia contra el estrés. Sin embargo, hay casos en que el pasatiempo trasciende la frontera personal y hace pie fructífero en espacios públicos donde capturan la mirada y la atención de las multitudes, llenándolas tanto del espíritu del objeto real y su entorno como de la magia de ver cada pequeño detalle reproducido con delicioso afán.   
Dos vistas del Diorama de la Pérgola de las flores cuando esta se hallaba en plena Alameda.

 Mi hogar es la ciudad de Santiago del Nuevo Extremo (Santiago a secas para la mayoría), está en el centro de Chile y es la capital del país. Mucho se habla de su ambiente contaminado, de su inorgánica expansión habitacional y demográfica, además de la inevitable marca de las urbes modernas: los diarios embotellamientos de tránsito, pero aún así hay lugares gratos y funcionales en Santiago. Entre ellos están las estaciones del ferrocarril subterráneo o Metro de Santiago (los abarrotados carros ya son otra cosa ahora) y en varias de ellas hay logrados dioramas en escala 1/20 (+ -) que representan varios episodios y momentos de la historia nacional, primorosamente tallados en madera por el gran artista autodidacta (miniaturista y modelista por defecto) ‘Zerreitug’ (Rodolfo Gutiérrez Schwerter) quien lleva como 40 años en este cuento.    
Sus obras tienen el cálido sello de la madera y un sano e inequívoco toque de humor en alguna parte de las mismas, lo que le da un toque dinámico y cercano a la historia que cuentan. Aparte del Metro sus trabajos se pueden hallar en el Museo Colonial de Santiago y la Galería de la Historia en la sureña ciudad de Concepción. Usted -querido lector- se preguntará por qué esta referencia al genial Zerreitug y su obra modelística en Chile, si este artículo se trata supuestamente de un portaaviones en 1/100, bien es porque dicho trabajo es único en mi país y aunque el Museo Militar, el de Aeronáutica y el de Historia Natural tienen buenos dioramas, estos son en escala 1:1 o bien 1/72 y alguno en 1/35, lo cual los vuelve fríos y hasta meramente figurativos, sin que logren transmitir emoción alguna e involucrar al espectador en su relato… es decir son bonitos y funcionales pero raramente generan alguna química o alquimia con el público.
La entrada al salón de la aviación naval
Ahora bien, mis amigos y colegas en el Hobby me han preguntado insistentemente si durante mi visita a Virginia y Washington DC en EUA el 2010, tuve la ocasión de tener algún contacto con nuestro querido pasatiempo (preferentemente en la forma de una tienda al estilo yankee) y la verdad es que si allá no vives en una gran ciudad realmente no tienes acceso a un lugar como esos, pero al hobbysta estadounidense promedio eso le importa un bledo pues en EUA el correo es realmente bueno y eficiente, de modo que no necesita ir más allá del teclado y pantalla de su PC para obtener lo que le esté provocando. Así que mi único contacto con kits fue en el Walmart, en Michael`s (cadena de artículos de arte y hobbies varios) y la misma tienda de recuerdos del NASM, donde lo único eran abundantes cantidades de aviones USAF y USN de Revell-Monogram y Testors, en especial del SR-71 (habían decenas de ellos!).
 










En realidad mi única experiencia relevante relacionada directamente con el Hobby fue en la feliz visita al NASM del National Mall, del cual ya he contado un poco y me referiré más en el futuro. Bueno, tras ser "despegado" del salón donde estaba el A6M5c Zero, el P-51D, el Spitfire MK9, el Bf-109G6 y el Macchi 205 por mi querido hermano (sino seguiría allí babeando, hasta ahora, gracias Bro!) y recibir unas palmaditas para volver a la realidad, pasamos a la sala donde estaban los aviones navales, la cual estaba ambientada como un hangar de portaaviones. Allí, en el segundo piso, estaba la conexión tanto con Zerreitug como con nuestro hobby: una monumental maqueta en escala 1/100 del portaaviones nuclear USS Enterprise CVN-65.
 
El colosal modelo no fue construido ni encargado por el NASM, es la obra de un maquetista particular, Stephen Henninger quien trabajó en promedio unas 1000 horas por año durante 12 años para terminarlo. Sus finas terminaciones representan el aspecto y configuración del buque  en 1975 más sus 83 aeronaves embarcadas. Mide increíbles 11 pies de largo (3,42 metros) y llegó al Museo en 1982 cuando su autor lo donó al NASM y desde entonces ha formado parte de varias exhibiciones en distintos salones del Museo.
 
 
 
Solo espero que las fotos les den una idea de lo excelso de la maqueta, ya que al igual que las obras de Zerreitug captura las miradas de todos los visitantes y ayuda a crear la atmósfera de magia y evocación, sobre todo si llenando el mismo salón están un SBD-5 Dauntless y un A-4C Skyhawk, que se verían minúsculos sobre la cubierta del CVN-65 y sus 342 metros de largo, o rodeados por parte de sus 5,000 tripulantes. Así, del mismo modo que los dioramas del Metro, el modelo gigante del Enterprise no solo entretiene y encanta, ahorra muchas explicaciones básicas y estimula al espectador a conectarse con la historia. Ojala se replique esta iniciativa en alguno de los museos de carácter histórico de Chile que no dispongan de los buenos oficios de Zerreitug.
 
 
 
 
 
En cuanto al Enterprise, actualmente está anclado en su base de Norfolk, Virginia, sigue siendo el barco más largo y el más antiguo en servicio activo con la USN, se ha anunciado su retiro para 2013, cuando será reemplazado por el CVN-78 USS Gerald R. Ford, cabeza de la nueva clase de súper portaaviones estadounidenses.
Mi querido hermano (haciendose el serio) frente a la vitrina del CVN-65 en 1/100.
Hasta la próxima!

jueves, 23 de junio de 2011

Busto de Piloto, 1ª Guerra Mundial, 1/4 de escala


Algo Diferente...
 
Por Jolly Rogers

En ocasiones el Hobby te lleva por caminos inesperados y diferentes de la lógica habitual de simplemente tomar un kit para proceder a armarlo, lijarlo, pintarlo, "decalearlo"(1) y finalmente barnizarlo para proteger tanto las calcas como la pintura, proceso que de por sí depara buenos y malos momentos con la maqueta en construcción, esto en función de los errores de forma del modelo o del diseño de las piezas y componentes... ni hablar cuando caemos en las garras de la tentación y ponemos manos a la obra con algún set de fotograbado o resina (o ambos) de por medio! Ahí cuando los 'dolores de parto' se multiplican y el final feliz del cuento se suele complicar y en ocasiones se transforma en una suerte de historia de terror... pero hay gratas excepciones a ambos caminos.
El busto 1/4 de escala ya lavado y listo para imprimación.
Desde dimensiones contiguas y parientes cercanas del mundo del modelismo aparecen atractivas opciones para hacer un modelo, o más bien un necesario complemento de uno, me refiero a un busto en escala 1/4 (si, tal cual un cuarto de escala) de un piloto de la Primera Guerra, donde el aspecto de los llamados "Caballeros del Aire" no difería mucho en su equipamiento personal de una fuerza aérea a otra. Tenemos que recordar que solo habían pasado un poco más de 10 años desde el primer vuelo de los hermanos Wright y aunque poco a poco se había conseguido implementar sistemas de armamento compatibles con los aún frágiles biplanos de observación, de bombardeo y de caza, la indumentaria de pilotos y tripulantes aún no era un tema de desarrollo científico ni de diseños especiales por parte de cada nación contendiente. Más bien se les proveía de gruesas chaquetas, botas y cascos de cuero forrado en lana, amén de la consabida bufanda de seda; cuando mucho se dotaba a esos primeros sufridos aviadores de guerra de 'overalls' (un mono o sobretodo) de los mismos materiales para paliar en algo los crudos meses invernales, lo cual me trae a recuerdo el tragicómico alcance de un antiguo (y ya retirado) piloto de la FACh, quien se refería a la cabina abierta del Fairchild PT-19 (donde hiciera su curso de instrucción básica) como "climatizada", ya que la temperatura del cockpit era la misma del clima en rededor de su altura de vuelo! Brrrrrr! En fin, en tierra durante el prevuelo u otras actividades en sus bases es donde es fácil reconocer a los de un bando u otro: por sus gorras de servicio, las cuales son muy distintivas para cada país o servicio armado, esté el piloto con y sin su abultada ropa de vuelo.
Von Richtofen y algunos de sus hombres de la Jasta 1.
Von Richtofen en tenida de vuelo.
 
Una réplica actual de un Fokker DR-1 y su piloto impersonado con los atavíos de la època... casi 100 años atrás!




 Tras estos considerandos lo que ocurrió fue que un día me llegó un e-mail de un aeromodelista de provincia (cercana a la capital) consultándome amablemente si yo podía pintarle un busto de piloto para un proyecto de un triplano Fokker DR-1 de la 1a Guerra. Le contesté afirmativamente y nos pusimos de acuerdo que para cuando el viniese a Santiago, me pasaría el mentado accesorio. Mientras llegaba el día, me preocupé de buscar información y literatura adecuada en la web, sobre todo por el tema de que este busto debía formar parte de un aeromodelo radiocontrolado completamente funcional, distinto del trato más bien pasivo que reciben nuestras maquetas ESTÁTICAS a escala. De hecho, me enteré que estos 'sujetos' suelen ir adheridos al avión mediante una plataforma un poco más grande que la base misma del busto, de modo de poner y quitar la figura del puesto de pilotaje y así acceder a los servos, varillas de control, baterías y el receptor de radio, pudiéndose hacer mantención o reparaciones según sea lo que el aeromodelo necesite (siempre necesitan algo, créanme).
Los limitados y casi cómicos bustos 1/4 escala de Greatplanes, en sus dos versiones con o sin pintura.
Por ende, debido a la continua manipulación, la capa protectora de barniz del busto debía ser muy generosa. Cuando el día del encuentro llegó (un sábado por la mañana) me encontré con la grata sorpresa de que este señor, un tipo muy grato y educado, se había traído el mismo desde afuera -vía Internet- su propia elección del sujeto que engalanaría su DR-1. Afortunadamente este busto de la marca Aces of Iron, difería bastante de los ‘macacos’ de la marca Greatplanes que se pueden encontrar en el comercio especializado de Chile, lo cual me subió mucho los ánimos con este trabajo.

La pieza en sí estaba hermosamente detallada y la indumentaria calzaba históricamente muchísimo más que los citados esperpentos de Greatplanes, sin embargo no estaba libre de problemas: desde el casco y por toda la espalda de la figura corría una cicatriz, producto probable de un apresurado sacado desde el molde matriz. Téngase presente que todos estos bustos son huecos a fin de ahorrar el máximo de peso al aeromodelo, que es el factor clave de ese hobby en particular, de modo que no es tan raro que un fabricante de edición limitada como se notaba era el origen del busto que ahora tenía en mis manos, tratase honestamente de salvar un producto antes que tirarlo al tacho de  basura.

Puse pues manos a la obra: sin nada que armar realmente, comencé lijando la fea marca en la cabeza y espalda, para luego enmasillar dicha zona. Luego aplicaría una capa de imprimador gris de Testors en formato spray (#1237)en la parte baja del futuro émulo del célebre Barón Rojo, pero antes tendría que esperar a que curase bien la masilla. Lo apliqué más que nada por el temor de que la pintura tipo enamel (esmalte sintético al aceite) no adhiriese bien a la resina del busto y antes que tocar la cara del piloto, opté por aplicarlo en la zona de la casaca de vuelo. Desafortunadamente para el Blog, la secuencia fotográfica del empleo del imprimador Testors, salió sobreexpuesta (si, también pasa con las cámaras digitales) y a pesar de mis esfuerzos con mi programa gráfico, no hubo caso de arreglarlas como para publicarlas decentemente. Bueno, cuando el imprimador secó (1 ½ día en verano) procedí a probar pintar en zonas con y sin el aparejo gris. A fin de cuentas la precaución surtió efecto y la pintura agarró muy bien.

Con la zona de la cabeza decidí jugármela y no aplicar aparejo, pintando todos los tonos directamente, tanto con aerógrafo como con pincel. Apliqué primero H-62 Cuero de Humbrol y después maticé con 1736 Cuero de Model Master que es más oscuro y rojizo. La parte de la visera del casco (doblada hacia arriba) fue aerografiada en XF-57 Buff de Tamiya. La casaca de vuelo recibió una mano de H-67 Panzer Grey de Humbrol y las solapas de la misma le apliqué XF-57 Buff de Tamiya. El cuello de chiporro y la bufanda les puse una base de 1768 Blanco Mate de Model Master, del cual desistí en el caso de la bufanda por un H-96 RAF Uniform Blue de Humbrol, el cual apliqué derechamente a pincel, como base para obtener luces y sombras con un color más claro después.
 Volviendo a la cabeza me concentré en la cara, dando primero una base de XF-15 Flesh de Tamiya y antes de que comenzase a secar, apliqué H-61 Flesh de Humbrol, más oscuro, fundiendo suavemente con el pincel ambos tonos. En esta etapa eché de menos los 4 tonos piel de Model Master, aparte del acostumbrado grano fino de estas pinturas esos colores piel hubiesen aumentado notoriamente el realismo facial de una figura que lo amerita, no olvidar que es escala 1:4 y los detalles de este tipo relucen mucho más que en 1:35 o aún en 1:16. Al día siguiente contraataque con la casaca aplicando H-33 Negro Opaco de Humbrol en lo profundo de los pliegues de la misma para lograr sombras (sé bien que esto le debe revolver el estómago a mis colegas expertos en figuras, ja-ja!) y luego mezclando 50/50 H-33 con H-67 pinté los bordes superiores de las arrugas de la vestimenta. No quedó nada mal a fin de cuentas.

En cuanto al cuello de chiporro, apliqué con aerógrafo de doble acción una fina y diluida capa de XF-57. Hago mención de la doble acción por cuanto el chorro debía de ser lo más fino posible y caer aleatoriamente sobre la superficie que imita la textura de la lana, de modo de conseguir lo mejor posible las decoloraciones y matices que caracterizan a ese material natural. En el casco repase con 1736 de Model Master las costuras y las correas para realzar el efecto de usado en dicho implemento. La bufanda volvió a recibir blanco, pero esta vez a pincel y en capas irregulares a fin de tratar de capturar el aspecto traslúcido de la seda, aprovechando la base previa con H-96. Como paso final fui dejando las antiparras o lentes de vuelo, ya que –nuevamente- la gran escala del busto hace necesario considerar una técnica que nos brinde el mayor realismo posible.

Inicialmente pensé en pintarlos con X-10 Gun Metal de Tamiya y una vez bien seco rellenar los espacios de ambos lentes con laca líquida para muebles marca Aristocrat, un producto que al secar da excelente apariencia de agua o vidrio según sea como y cuanto se aplique. Pero habían dos problemas con este plan maestro, la primera es que el citado barniz tiene un secado más lento que una resolución judicial y la segunda (casi insoluble) es que los finos bordes de resina de los lentes presentaban varios segmentos menos por donde el barniz se escurriría fuera de los márgenes de las antiparras con el consiguiente desastre… ¿Solución? Pintar XF-56 Metallic Grey los marcos y X-10 Gun Metal los lentes mismos acentuando el tono en el centro de cada uno para dar la sensación de “ojos”, finalmente después de dejar secar estos tonos metálicos, di una mano de H-1322 Clear Orange de Humbrol (naranjo transparente, que más luce como un amarillo ambarino) y presto antiparras listas!
Este es el busto del piloto alemán de Aces of Iron, nótese la medalla Blue Max y el estilo distinto del casco.
El toque final es un ‘velo’ aleatorio de betún de Judea para darle una terminación más orgánica a la casaca y sus detalles y recovecos. El rostro también recibió pequeños toques del betún y de X-10 para simular el inevitable salpicado del aceite de motor y así otorgarle al piloto un aspecto de estar “en plena acción”. Lo curioso vino tras terminar el trabajo al verificar que este busto corresponde a un piloto 'genérico' de la 1ª Guerra y la marca Aces of Iron si dispone de un piloto alemán con la Blue Max en el pecho y todo! pero quizá cuando mi cliente compró no había stock del aviador teutón. Sin duda se me quedaron detalles por mejorar, pero quedé muy conforme con el resultado final y me quedó un agradable sabor al paladar de hacer un modelo sin tener que armar NADA y solo enmasillar y lijar un único error de fábrica, en resumen fácil y bonito!
Voy a buscar otro bustito…

Hasta la próxima! 

(1)Decalearlo: Anglicismo popular entre los cultores del modelismo, del término inglés ‘decal’ que significa calcomanía (calca para los iniciados) y del cual sale el invento verbal “decalear”, yo no lo inventé (ni de lejos) pero de leso lo uso.
            

jueves, 26 de mayo de 2011

Camión 2a GM Ejército de Chile 1:35

Por Jolly Rogers
Ante todo me disculpo por no publicar el hilo prometido con el inicio del armado del F-86A de Matchbox en 1/72, pero mi pobre PC sufrió un ataque viral y tuve que dejarlo "fuera de vuelo" hasta nuevo aviso... y el artículo también, sorry!
Salvo la lona protectora del pick-up este es exactamente el modelo ofrecido por Italeri.

De tal modo, les incluyo este trabajo por comisión (para un buen amigo) en escala 1/35 de un camión "genérico" estadounidense de 2,5 toneladas tracción 6x6 durante la 2a GM, considerado por su nación como "el camión que ganó la guerra" (fue importante, pero ¿no será como mucho?). Si bien el G-508 era un diseño de la GMC, cuando ese modelo (llamado después CCKW) se adjudicó el mega contrato para entrar en servicio no solo con el US Army sino con los demás servicios armados de EUA, prácticamente todo fabricante mayor de vehículos del país del norte tomó parte en su masiva fabricación (de los 812.262 manufacturados, 562.750 salieron de las lineas de producción de GMC entre 1941 y 1945), siendo indistiguibles a simple vista un camión hecho por Dodge de uno salido de la línea de R.E.O. De hecho el único claramente diferente fue el manufacturado por  Studebaker, con cabina y cubremotor de diseño propio de esa fábrica, aunque el resto de las características del camión seguían inalteradas. Recuerden que la estandarización fue uno de los factores claves en la victoria aliada al simplificar la logística de partes y repuestos de todo tipo de armas y vehículos.
Arriba el SBW-352 'corto' con la caja de utilaje tras la cabina y un anillo M32 con la calibre 50, abajo el LBW-353 'largo'.

La producción comenzó en junio de 1941 en la planta de Pontiac en Michigan por la 'Yellow Truck & Coach', a la que luego se agregó en septiembre la planta de Chevrolet en Saint Louis,comenzando una línea de ensamblaje que haría del CCKW (junto al Jeep) una de las vistas más comunes en cualquier frente de la guerra, el "Two and Deuce" (dos y medio) o simplemente "Deuce" como lo llamaba la tropa y fuere cual fuere su eventual fabricante, participó en todos los frentes del mayor conflicto armado en la historia de la humanidad en manos de todo contendiente aliado desde las estepas rusas a las islas del Pacífico. La apariencia de este icónico y resistente transporte mutó durante la guerra, al cambiarse la manufactura de la cabina por madera y lona para así ahorrar valioso y siempre escaso metal, el capot también experimentó cambios en su forma y perfil. Dicho modelo final es el CCKW-353 'largo' que puede armarse en 1/35 con el kit Heller (ref.81121) y el más nuevo modelo de Tamiya (ref. 35218), en 1/72 en tanto el molde Hasegawa (ref. 31120) y el reciente y más detallado Airfix (ref. 01323), Chile también tuvo de este modelo, pero eso es harina de otro costal y sobre todo de OTRO artículo. Para hacer el mismo camión inicial con cabina metálica cerrada en 1/72 se puede recurrir al disponible y fino kit de Academy (ref. 13402) que además viene con un par de ametralladoras, cajas de munición y algunos tambores de 200 lts., realmente muy atractivo. 
El kit Academy en 1/72, la mejor opción para hacer un CCKW inicial, su único 'defecto' es su algo elevado precio.

El ulterior CCKW con cabina de madera y lona, es de los de pick-up corto.

Chile se adscribió al MDAP con EUA aún antes de que los estadounidenses entrasen formalmente a la contienda, con lo cual el Ejército de Chile se vió beneficiado con la recepción del entonces moderno material de guerra norteamericano: carros M4 Sherman, M5 Stuart, M3 Half Track, GP-34 Jeep y por supuesto el camión de 2,5 toneladas objeto de este modesto artículo. ¿Qué recibió EUA a cambio?: miles de toneladas de hierro (el mineral de El Soco) y de cobre por supuesto, una vital contribución al esfuerzo de producción militar estadounidense.
Esperando ser embarcados rumbo a Inglaterra para la inminente invasión de Europa.
La interminable columna de CCKW del "Red Ball Express", repleta de todo tipo de pertrechos para dar soporte a la campaña de Normandía, tanto con modelos iniciales como finales del indispensable camión diseñado por GMC.

El "2 1/2" CCKW en tareas de rutina en algún punto del frente europeo.
Más cargados que bus del Transantiago estos CCKW-353 cruzan el Rhin hacia el final de la guerra en Europa.
Si bien hemos visto lo muy similares y estandarizados que eran estos camiones, habían variaciones en los modelos producidos para servicio en Europa de aquellos destinados al frente del Pacífico, estos últimos eran "tropicalizados". De hecho, toda la partida recibida por Chile correspondía al tipo del Pacífico y fue fabricada por la Chevrolet. La característica más notoria de este modelo era su 'pick-up' más corto y una caja de utilaje entre la cabina y el mismo pick-up, que también servía de soporte para dos neumáticos de repuesto. De todos los camiones recibidos por esa época, parece ser que solo uno o dos tenían la apertura circular en el techo de la cabina para accesar un anillo M-32 armado con una ametralladora Browning calibre 50, por lo cual sin tener una foto de ninguno de esos sujetos en particular, opté por hacer uno que representase al 99% del resto del inventario del Ejército chileno de entonces o la posguerra.
Una columna de CCKW-352 del Ejército de Chile, en un breve alto en un desplazamiento entre Punta Arenas y Puerto Natales (Gentileza de Anselmo Aguilar)

EL KIT

Marcado por Italeri como "Limited Edition" (ref:6271), el kit es el mismo editado por la desaparecida marca británica Max Peerless a fines de los años 60, reenvasado luego por Airfix durante un breve periodo en los 70 y reapareció como 'Italaerei' (nombre original del mismo gran fabricante italiano) a fines de la misma década, de hecho la maqueta aún conserva un sello con tal nombre bajo los bajos de la cabina. Mientras uno revisa las piezas y su distribución en los respectivos árboles, todo parece OK y bastante bien conservado a pesar de la edad del kit, pero tras comenzar a armar se constata como muchas piezas mayores están ligeramente torcidas o desalineadas, lo cual afectará finalmente el aspecto final de la maqueta terminada, solo entonces resulta claro porque Italeri lo reedita en contadas ocasiones: el molde está llegando a su límite práctico.
El origen del kit Italeri, el modelo 3514 de la desaparecida casa 'Peerless'.
Como el 99,9% de los CCKW del ECh fueron sin el acceso circular en el techo para embonar con el montaje anular M-32 con la ametralladora, opté por sellar el agujero con dos láminas circulares de 0,5 mm de espesor, pegadas entre sí y luego ligeramente curvadas hasta calzar con la misma línea del resto del techo. Se pegan bien y luego abundante masilla Tamiya.

Un par de días después lijamos el añadido con lijas al agua del 400, 600 y 1200. Ahora resta pintar una primera mano para verificar que no quede ninguna traza de la junta.
Con 100 piezas y 7 pasos de armado este modelo trae 2 versiones que ilustran muy bien lo amplio de su uso: la primera es de la División de Infanteria N° 34 del US Army en 1944 (una obvia opción), la segunda en tanto corresponde al Regimiento de Infanteria N° 104 del Ejército Francés en... 1976! Para abordarlo solo requiere de un modelista con mediana experiencia y que ponga buena atención a unas instrucciones que bien pueden resultar un tanto ambiguas o aún confusas en los primeros pasos de armado. Ofrece la alternativa de armarlo con o sin huinche y con el parabrisas en posición normal o levantado, además de presentar ambas puertas por separado lo cual da evidentes posibilidades a la hora de elegirlo para un diorama sencillo, sin embargo querer ir más allá (mostrar el capot abierto por ejemplo) comporta conseguirse un motor de otro kit o bien un siempre costoso set de mejora y detallado en resina, ya que el kit viene vacío y solo con una simulación de motor por entre el chasis (por debajo).
Vistas superior e inferior del armado del chasis, es la primera etapa del ensamble del kit y a la cual se debe poner mayor atención. Si se va a armar un CCKW de norma en Europa no hay problema: se hace tal cual, pero en el caso del camión "chileno" aquì ya cometí mi primer error: dejar el estanque de combustible en el mismo lugar que indican las instrucciones.
Empero querer representar un camión chileno de la época necesita algo más que entusiasmo y experiencia de armado: buena información y fotos son esenciales. Ambos aún escasos y dispersos para el común de los aficionados al tema, por desgracia. Yo mismo tropecé con el mismo dilema y si bien el receptor del modelo me facilitó algunas fotografias (algunas acompañan este artículo) desafortunadamente no contestaban todas las dudas, consulté entonces a un experto en el tema miltar chileno: Gonzalo Godoy, quien gentilmente me respondió varias preguntas y dudas, de lo cual vino gran parte de lo escrito más arriba.
 
Tres etapas del corte y armado del pick-up màs corto característico de la versión ECh.
Aún así, a pesar de realizar las debidas transformaciones al modelo, cometí un par de gruesos errores que para la mayoría pasarán inadvertidos, pero no para el ojo entrenado. En fin, siempre he armado aeronaves y no militaria (salvo carros y vehículos en 1/72)... "pastelero a tus pasteles" reza el dicho y es una gran verdad. El único gran fallo propio del kit es una tontería: el espejo retrovisor viene moldeado con su pata de apoyo al revés, de modo que al ponerlo como se supone que vaya este queda mirando hacia adelante del camión... y no hacia atrás como debería. ¿Solución? cortar el pequeño tarugo de anclaje y pegar la pieza directamente con cianoacrilato instantáneo. Con todo el desgaste de la matriz es lo que da potenciales problemas a los que poner mucha atención ANTES de armar.
Secuencia del enmascarado y pintado de las llantas de ruedas
 
 
Montaje de las ruedas al bastidor
 
Confección y montaje de la caja de herramientas y utilaje más el porta repuesto.
Montaje de la cabina cerrada y el pick-up 'corto' al cual le pinté las banquillas color madera para darle màs vida y quebrar visualmente lo plano del 'Olive-drab'.
La apariencia final es la de un camión preparado para la tradicional parada militar de septiembre en algún momento de la posguerra, con una gran bandera adornando el costado que mira hacia el palco oficial. No quedé 100% conforme, pero el trabajo si aprobó la revisión del cliente (gracias a Dios!)
El toque final: una bandera chilena de papel tissú, hecha del mismo modo que las velas para un barco. Se embebe una servilleta en una mezcla 50-50 de agua y cola frìa blanca, se arruga y acomoda en la forma que se desea que quede y se deja secar, luego pintamos con acrílicos a gusto.
CARACTERÍSTICAS SERIE CAMIONES GMC CCKW
Motor: GMC-270 de 4416ccm, seis cilindros en línea.
Potencia : 91.5 caballos a 2750 rpm
Velocidad crucero en carretera: 72 kph. (45 mph)
Transmisión: 5 velocidades hacía adelante y 1 reversa, con dual para campo traviesa
Ruedas: 10 de aro 7.50 X 20 en la mayor parte de los ejemplares producidos; hubo de aro 11.00X 20 o incluso de aro 11.00×18 puestos solos en ambos ejes traseros.
Peso: 4994 kgs. (11.000 lbs) para los camiones de carga y 5380 kgs. (11.850 lbs) para los tolvas.
Tanque combustible: 151,4 litros(40 galones)

Hasta la próxima!