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Modelos de aeronaves, barcos, blindados y vehículos. Además hay buenas historias y anécdotas de la aviación civil y militar del Siglo XX, más datos y técnicas prácticas para cultores del modelismo a escala

C-3PO Translater

sábado, 11 de abril de 2015

Fiebre de Mosquito, 2ª parte



Cuatro kits (disponibles) comparados en 1/72
Por Jolly Rogers & Sergio Sánchez

Un último vistazo histórico


Inglaterra, 13 de enero de 1945, un típico frío día invernal en la base aliada de Watton (Norfolk). Los Tenientes de la RAF Richard Kenny y Arnold Kuehn se preparan para abordar una de sus monturas habituales: un Mosquito Pr.XVI matriculado NS712, mimetizado completamente en color PRU Blue. Los indispensables y gruesos monos de vuelo hechos en cuero y chiporro, dificultan los movimientos de ambos aviadores, pero afortunadamente para emprender su misión basta con accionar la manija de la escotilla ventral de acceso y se despliega una escalerilla telescópica para acceder a la estrecha cabina. Ya acomodados, ambos oficiales revisan su itinerario y comienzan el chequeo del bimotor, mientras tienen por delante una de las misiones rutinarias (pero no menos riesgosas) del 653 escuadrón al cual pertenecen, vale decir reconocimiento meteorológico sobre Alemania central, su ‘cliente habitual’ para esta vital información es el 25 Grupo de bombardeo pesado de la RAF.
Un Mosquito de reconocimiento Pr.XVI en la base de Watton en la primavera de 1944.
Tras completar el chequeo de pre-vuelo, el Pr.XVI inició el carreteo como siempre: el timón un tanto a la derecha para compensar el torque y los alerones en neutral, con las hélices en paso máximo y las llaves de combustible y los radiadores también a “full”, los flaps en 15º. Ya en el cabezal reciben el visto bueno de la torre y tras liberar los frenos, los poderosos motores Merlin serie 72 de doble etapa (prácticamente su única arma) liberan todo su poder para llevar al ‘Mossie’ y su tripulación hasta su techo máximo de servicio de 37,000 pies (11278 mts), solo que esta vez la tasa de ascenso fue un tanto menos rápida de los habituales 870 metros por minuto. Así, mientras Kuehn verificaba tanto la ruta como las cámaras ventrales, Kenny estaba atareado comprobando el correcto funcionamiento de ambos motores y la presurización de cabina (una notable mejora respecto de sus previas monturas, los mosquitos Pr.IX).
La ruta estuvo tranquila y sin novedades, hasta parecía que la guerra hubiese tocado a su fin, pero claro los alemanes aún estaban allí sin dar su brazo a torcer. Apenas cruzaron la frontera alemana, ambos aviadores redoblaron su vigilancia de aeronaves enemigas prestos a sacarle al bimotor los 668 kph que podía alcanzar y poner la mayor distancia posible entre ellos y la Luftwaffe. Así, cuando arribaron a su área objetivo (Berlín) tendría lugar uno de los encuentros más temidos por cualquier piloto aliado de aviones multimotor, he aquí el relato del Tte. Kenny a los mandos de aquel Mosquito de reconocimiento:

“A las 1516, cuando estábamos al sur de Berlín estables a 30,000 pies, viré al oeste y decidimos hacer una órbita de 360º para obtener una mejor inspección visual de toda el área de Berlín. Mientras hacíamos el giro, avistamos dos Me-262 aproximadamente 4 ó 5 millas detrás y por debajo de nosotros. Había una capa nubosa baja que se extendía en dirección Oeste desde el área de Hannover, sabiendo que no podríamos aventajar al jet en velocidad me preparé para una picada a toda potencia hacia esas nubes.”

“Justo antes de comenzar nuestro picado, hice un corto giro para un rápido chequeo de nuestras espaldas y para mi sorpresa había un Me-262 en mi cola con sus 4 cañones disparando! El alemán se acercaba rápidamente a unas 500 millas por hora, así que inmediatamente abrí a fondo el acelerador y picamos en pos de la capa de nubes. Durante la etapa más veloz del abrupto descenso sobrepasamos por mucho las 450 Mph (720 kph!), sin embargo el jet continuaba acercándose por detrás haciendo fuego repetidamente.”
“Rodé el Mosquito sobre su espalda, como si fuera a ejecutar una ‘S partida’, y en vez de seguir derecho hacia abajo, hice un tonel completo y comencé a dar bandazos virando de un lado a otro y luego ascendimos bruscamente. Evitaba a toda costa volar en línea recta o hacer un giro muy anunciado para negarle a nuestro perseguidor la ocasión de hacer tiro por deflexión. El jet no disparó ninguna trazadora durante sus variados pases de ataque, acercándose a unas 400 yardas (370 mts) antes de abrir fuego. Sus salvas seguían pasando por debajo nuestro y explotaban lejos justo frente al Mosquito, como si fuesen municiones con espoleta de tiempo”. 
“El 262 hizo repetidos ataques desde todos los ángulos traseros, pero logré evadir cada maniobra suya ejecutando violentos viajes en espiral, como si nuestro avión fuese un condenado sacacorchos! El ataque comenzó a los 30,000 pies y se mantuvo hasta los 12,000 pies antes de que el reactor cortara la persecución, ya fuese por estar corto de munición o combustible. El encuentro duró entre las 1516 y las 1525 hrs, con el alemán continuamente en nuestra cola disparándonos”.
“Entonces el Me-262 se alejó y luego se posicionó junto a nosotros a cierta distancia a nuestra derecha, el piloto agitó su mano saludándonos y ejecutó un limpio desprendimiento y puso rumbo al área de Berlín. El segundo 262 nunca hizo una pasada de ataque y se mantuvo alejado a un lado de la acción a algunos cientos de yardas más allá. La capa de nubes cerca de Hannover estaba a los mismos 12,000 pies y continuamos el regreso a Inglaterra volando justo sobre las nubes. Por la radio nos avisaron que Watton estaba cerrada por mal tiempo, de modo que descendimos en Bradwell Bay a las 1745 hrs. Pero las sorpresas no habían terminado, poco después en el comedor de oficiales, se nos presentó el jefe de tripulación de tierra que efectuó la revisión y mantenimiento de rigor de nuestro avión y nos informó que las bujías instaladas en ambos motores eran del tipo incorrecto y que bien pudieron fallar en cualquier momento! Fue una misión que nunca jamás olvidaré”.


Como es posible apreciar en este relato real, aunque hacía rato que el Mosquito había perdido su virtual invulnerabilidad ante los cazas germanos, aún enfrentado a una maquina superior como el Me-262 (el heraldo de la tecnología del futuro), el brioso bimotor De Havilland era un blanco extremadamente difícil de abatir (sobre todo si era pilotado por un aviador experimentado) y por ende un apetecido trofeo para cualquier piloto de la Luftwaffe. Lejos había quedado esa primera misión de reconocimiento llevada a cabo por un Mosquito Pr.Mk.1 el 20 de septiembre de 1941, que consistió en fotografiar estratégicas instalaciones alemanas en Burdeos y La Pallice, en Francia. En dicha ocasión se confirmó de inmediato que el concepto de Geoffrey De Havilland de combinar gran velocidad y ausencia de armamento era el correcto, pues durante la misión ese primer Mosquito operativo fue capaz de eludir sin problemas a tres  Bf-109F que intentaron interceptarlo a unos 7000 mts. 
Durante el resto del conflicto el versátil bimotor se ganó una merecida reputación como certero bombardero de precisión y caza pesado sobresaliente, convirtiéndose en uno de los regalones del aparato de propaganda aliado merced a varias lucidas (y quirúrgicas) acciones, quizá siendo la más emblemática la operación Jericó: el ataque a la cárcel de la siniestra Gestapo en Amiens el 18 de febrero de 1944. 

Tras servir en casi todos los frentes de la 2GM con la RAF, RCAF, RAAF y la USAAF, luego del final de las hostilidades el Mosquito siguió dejando su marca en la historia, sirviendo en primera línea en la RAF en plena era del jet hasta ser reemplazado por otra leyenda: el Canberra. Un Mosquito Pr.34 voló la última misión operacional en la RAF desde la base de Seletar en Singapur en 1953.
El adiós oficial del Mosquito en la RAF: el PR.34 matriculado RG314 taxeando hacia la pista el 15-12-'55. Tras su vuelo de patrulla regular sobre el área aledaña a Singapur y volver a su base en Seletar, los Flying Officer Knox y Thompson (abajo a la derecha en la foto junto a su Sqdn Leader McCreith, al centro) se convirtieron en los custodios del cierre de la última página activa del libro del glorioso bimotor De Havilland para la Real Fuerza Aérea.
Paralelamente el bimotor De Havilland sirvió en una multitud de fuerzas aéreas: Australia, Bélgica, Birmania (actual Myanmar), Canadá, Checoslovaquia, Francia, Israel, Nueva Zelanda, Noruega, China Nacionalista, República Popular China (si, leyó bien, ambos bandos), Sudáfrica, Suecia, Turquía, Yugoslavia y claro la más pintoresca: la Fuerza Aérea Dominicana en la era del dictador Trujillo (Fuerza que por si sola amerita un artículo aparte).
La Fuerza Aérea Dominicana adquirió un primer lote de 5 FB.6 en 1948. Este ejemplar '2102' corresponde a dicha partida.
Los últimos Mosquito en servicio en el Reino Unido estuvieron hasta 1963 con las CAACU (Civilian Anti-Aircraft Cooperation Units= Unidad Civil de Cooperación Anti Aeronaves), establecidas en 1951 para proveer entrenamiento constante de tiro aire-aire y antiaéreo tanto a la RAF, como a la Royal Navy y el Royal Army. Las CAACU eran 5 en total y eran operadas por ex-pilotos de la RAF y la Royal Navy, quienes de manera similar a sus colegas de la ANG y las USNR. y USMCR, seguían sirviendo en sus tiempos libres a su  nación y -porque no- reviviendo “viejos buenos tiempos”. 
El fin de una era: el Mosquito TT.Mk.35 de la CAACU-3 hace su aterrizaje final.
Aparte del rol de remolcadores de blancos, las CAACU asumieron la tarea de vuelos de reconocimiento meteorológico (esta vez sin Me-262 pisándole los talones!) otra tarea poco glamorosa, pero vital en esa época (con los satélites en pañales) para ayudar a coordinar el tráfico aéreo militar -y aún el civil- desde y hacia el Reino Unido. Cuando el 9 de mayo de 1963 el Mosquito TT.Mk 35 serial TA639 asignado a  la CAACU Nº 3 hizo su último aterrizaje en Exeter, se escribió la página final de servicio del ágil bimotor y su clásica estampa en vuelo dejó de ser la nostálgica visión de una era heroica, donde innovar con madera ayudó a hacer la diferencia a favor del bando aliado.

Historia "plástica" del DH Mosquito

Como otros íconos de la “era dorada” de la aviación, el Mosquito ha sido objeto de vivo interés de varios fabricantes de maquetas desde los mismos inicios del Hobby. Y aunque es cierto que actualmente no es uno de los aviones más populares de la 2GM, su innegable relevancia nos llevó al fondo de este artículo, donde analizaremos en detalle 4 maquetas hoy disponibles en 1/72 (2 clásicas y 2 actuales). Sin embargo, como han habido mucho más que estos 4 moldes, haremos unas revisiones previas sobre los otros modelos editados a lo largo de las décadas en las principales escalas, lo que será útil a Ud. estimado lector para poner en perspectiva nuestro análisis. 


El primer kit editado en plástico del Mosquito corresponde a Airfix en 1957 (# 281, luego #1402 hasta 1962) con un muy simple FB.6 (solo 48 piezas incluyendo la cabina y los 2 tripulantes), el cual comparado con los 4 kits principales del artículo resultó ser algo corto (2 mm) y notoriamente más estrecho, diferencias que si bien lo mantienen aproximadamente en escala 1/72, hay detalles y proporciones claramente sub-dimensionados. Para tal efecto mire las siguientes fotos
Defectos del primer Mosquito Airfix. ARRIBA: A) la nariz demasiado aguzada y fuera de forma B) la panza muy pronunciada C) la cola muy corta y aguzada D) el extremo caudal demasiado largo y aguzado.  ABAJO: A) la nariz vista de arriba es aún más amorfa B) la posicion de la cabina está no solo subdimensionado sino muy atrás C) el fuselaje está demasiado estilizado en el tercio trasero D) el extremo caudal no tiene mada que ver con la forma real. Las las también están más chicas y cortas.
 

ABAJO: Las diferencias son aún más dramáticas al comparar las cabinas de ambos kits de Airfix.

Detalle de PORQUE no debe ud comprar el kit Airfix de 1957 con afán de armarlo. A) Cabina demasiado pequeña y fuera de forma  B) Nariz fuera de forma C) Armamento fuera de lugar, además su aspecto y proporciones más parecen los cañones de 20 mm que el cuarteto de ametralladoras calibre 0.303 D) hélices cortas y fuera de forma E) ruedas muy delgadas y tren demasiado simplificado F) nacelas de motor muy aguzadas y faltas de detalle.
ARRIBA: La versión única del kit Airfix Serie 1 de 1957, un famoso ejemplar participante de la Misión 'Jericó' que ha sido re-visitado después tanto por Airfix como por otras marcas como Tamiya (1/32). ABAJO: El kit serie 1 iba también como parte de la caja original del 'Dofight Double' con el Me-262 (igual de pobre que este Mosquito).
Este molde fue reeditado en varias ocasiones con diferentes box-arts y empaques (de 1967 a 1978 venía en el set doble con el Me-262 de Airfix) e incluso otros distribuidores hasta 1987 (Ref.02001), época donde la maqueta terminada venía fotografiada en la tapa de caja sobre un plano o un mapa (“Blueprints Boxes” era). Este kit solo trae una única versión, un FB.6 del 487 Sqdn RNZAF (EG-T, MM417) el cual realmente sirvió con distinción el Ala 140, 2º Grupo, 2a TAF y fue parte de la famosa operación "Jerico" en febrero de 1944, PERO tanto la calidad básica de las calcas cómo el kit en sí, es solo recomendable para coleccionistas de cajas clásicas o descontinuadas más algún nostálgico, ya que una vez armado su estatus es similar al de un juguete bonito.
El primer buen kit de Mosquito, el ya clásico molde de Monogram, reeditado muchas veces a lo largo de los años y aún válido para quienes se inician en el Hobby.
El siguiente kit del bimotor britano vino de la mano de Monogram en escala 1/48 en 1965 encarnando la temprana versión de bombardero del DH-98: el Mk.IV (kit #PA129), sin embargo y aunque -en principio- no lo anunciaba, el kit ya contenía las piezas para hacer además un FB.VI. Luego se le agregaron calcas y piezas para 4 versiones (Mk.IV, NF.II, FB.VI y NF.VI). Este concepto de múltiples versiones en un solo kit hoy en día no parece nada especial, pero para esa época significó un salto cuántico. 
En términos actuales de detalle, precisión y calidad de inyección, el Mosquito Monogram 1/48 está algo desfasado, pero fue el favorito de muchos hobbystas durante décadas, incluso aún después de aparecer el superior Mosquito Airfix FB.VI en 1/48 de 1979 y -hoy por hoy- ser largamente superado por los fabulosos moldes Tamiya, aún sigue siendo un modelo válido, económico y abordable.
El kit Frog en su presentación original, nótese como tanto la caja misma como el color inyectado (celeste) destacan la inclusión de un soporte para dejar al modelo 'en vuelo'.
En 1970 la compañía Frog -que competía palmo a palmo con Airfix por las preferencias del público europeo y particularmente el mercado inglés- siguió la senda trazada por Monogram y editó el primer Mosquito en 1/72 con versiones de construcción alternativa (kit #F187), con este nuevo kit se podía elegir entre un bombardero Mk.IV o un caza bombardero FB.VI. 
El concepto fue un éxito y ya para 1971 este molde era re-envasado y distribuido en Japón por una pequeña compañía nipona de plastimodelismo llamada Hasegawa. Sin embargo, sobrevino el desastre económico del petróleo y para Frog implicó su quiebra definitiva a fines de 1973, así pasaron varios años antes de que este kit reapareciera bajo la etiqueta de la marca rusa Novo a principios de los 80. Actualmente, tras unos años de receso económico, Novo aún lo produce y se lo puede conseguir.
Todas las encarnaciones del kit Frog, las 2 ediciones de los años '70 de Hasegawa y desde los '80 de la marca rusa Novo, que aún lo edita.
Tema aparte, estuvimos a punto de incluir este molde en la revisión a fondo de maquetas en 1/72 del DH-98, PERO tras revisar fotos de varios modelos armados en la web pudimos confirmar lo que ya insinuaban las imágenes de los árboles de piezas: el borde de la cabina llega demasiado cerca de la raíz del ala (casi se tocan), en tanto las nacelas de los motores son muy delgadas y aguzadas, además están rematadas por spinners muy cortos y por ende fuera de forma. Dicho esto, este molde queda en la misma situación del kit Airfix Nº 281, vale decir solo para coleccionistas o románticos, no vale la pena invertir tiempo seriamente en él.
Tres claros ejemplos visuales de PORQUE NO incluímos al Mosquito Frog como viable para ser parte del review o de un modelista serio actual (exceptuando a los románticos que lo atesoran como recuerdo de días mejores), ABAJO, A) la separación entre el ala y la cabina es mínima e irreal. B) las nacelas demasiado aguzadas. Mire con atención las 3 fotos y verá las aberraciones de forma a simple vista.
Como podemos ver los años 70 fueron muy prolíficos en moldes y escalas del DH-98, amén del mencionado kit Airfix Serie-6 en 1/48 de 1979 (catalogado casi ininterrumpidamente hasta 2007), otra marca clásica creó un nuevo Mossie, esta vez en 1/32: Revell, la cual editó por primera vez en 1971 la versión Mk.IV bombardero (Ref. H180).  Este primer molde en la escala grande preferida se compone de 7 árboles de piezas (incluyendo el de transparencias), como detalle positivo trae cubiertas de motor removibles por el costado de babor (lado izquierdo para los legos) para poder mostrar el atractivo detalle del motor Rolls Royce Merlin provisto por el kit.

Se debe tener en cuenta también que las palas de hélices están un poquito cortas y que la forma de las mismas no es la más feliz. Finalmente, para representar las ventanillas ventrales de las cámaras de reconocimiento, solo se proveen en el pliego de calcas unos discos negros del tamaño requerido (bien básico, rayando en lo rústico) y no las necesarias piezas transparentes.
Para los fans de lo moderno, confirmar que el paneleado del kit viene en sobre relieve. Como verá buen lector, ninguno de estos peros es catastrófico y con más o menos trabajo extra se lo puede dejar muy bien. Revell además lo ha reeditado varias veces (incluso a través de la mexicana Lodela) y es una alternativa económica, de hecho hace poco lo puso nuevamente en catálogo con nuevo Box-art (Ref. 04758) y con las siguientes versiones:
A) Mk.IV, AZ-B, 627 Escuadrón, RAF, Woodhall Spa, Inglaterra, Junio '44
B) Mk.IV, GB-A, 105 Escuadrón, RAF, Marham, Inglaterra, Diciembre '42 (1ª unidad que operó el DH-98)
Seguimos ahora con el referido kit Airfix en 1/48, fue anunciado en 1977 (Ref #06100-7), pero recién editado en 1979, el cual es muy bueno, pero ha tenido varias modificaciones y adiciones de piezas extras para ir –a lo largo de los años- representando otras versiones de caza, bombardero y reconocimiento del Mosquito, aún hoy en manos de Hornby, una de las variantes de este mismo molde siguen en catálogo. Además fue -por décadas- el mejor DH-98 en esta escala hasta la aparición de los 3 soberbios kits de Tamiya entre 1998-99 y 2000. Si los moldes Tamiya son la obvia primera opción en cuanto a calidad absoluta, no invalidan en absoluto ni al molde Airfix ni al Monogram. Originalmente, Airfix editó su Mosquito como un FB.6 estándar ('Black Rufe' TH-M escuadrón RCAF Nº 418) y luego se le agregó la versión NE-D hasta 1982 (serial RS625, escuadrón RAF 143 ‘Special Coastal Duties’, Banff, Escocia, abril ‘45).
Las múltiples encarnaciones del Mosquito Airfix 1/48, de ser por años solo un FB.6 a un NF.30 o un PR.16 o BMk.16 con motores Merlin de doble etapa, detalle que ha mantenido hasta la actual administración de Hornby.
Fue desde 2003 al 2004 que al kit se le agregaron piezas, fuselajes nuevos inclusive, (Ref.A07112) para recrear las versiones B.XVI y PR.XVI con calcas para un Mosquito de la USAAF (635 Bomber Squadron) y otros 2 de la Commonwealth: D-HS del 109 Sqn RAF y “G” del 60 Sqn SAAF. 
Esta fue la primera publicidad para las nuevas versiones del Mosquito Airfix 1/48 y abajo los 2 árboles de piezas sucesivos que se adicionaron para plasmar dichas versiones.
Ahora en 2014 nuevamente se lo reeditó con 2 versiones nuevas: escuadrones 544 y 684 RAF. Cabe consignar que en el 2004 (en la era de Humbrol) fue editada una última variante: el caza nocturno NF.30 (Ref.A07111) con la proa bulbosa con radar más los motores de doble etapa, de finales de la 2GM. Pero -evidentemente- el NF.13 de Tamiya salido ya el año 2000 es muy superior si lo que uno quiere es un Mosquito nocturno.


De los 3 moldes Tamiya en 1/48 y sus variantes de empaque tan solo mencionar que son tan superlativos que representan el antes y el después en materia de kits del DH-98 en cualquier escala, decir más sería redundar innecesariamente en lo muy buenos que son. Así pues la última maqueta “histórica” por referir es el desaparecido kit short-run de Aeroclub en 1/144, que es casi imposible de conseguir, si Ud. desea ver como es, pulse AQUÍ. 
Dicho esto, la única alternativa actual viable para los cultores del 1/144 es el modelo Die-cast en plástico pre-pintado de la excelente marca japonesa F-Toys. Muy correcto en formas y escala, su inconveniente reside en 1º su elevado coste y 2º en que no puede elegir de antemano como decorarlo, o sea hay que invertir el curso normal de trabajo y proceder a despintar cuidadosamente antes si uno tiene algo diferente en mente.
El lindo modelo F-Toys tal como viene, estilo 'Gashapon' algo así como los "huevitos sorpresa" que se le compran a los niños en los comercios, o sea uno compra la caja sellada, pero hasta abrirla uno realmente no sabe que versión viene dentro de la misma. Parece algo loco, pero es un sistema de venta impulsiva muy popular y usado en Japón.
Tras estas ediciones del pasado, tanto el presente como el futuro inmediato del Mosquito en maqueta han seguido una fructífera dinámica de nuevas ediciones –unas más felices que otras- de la mano de Revell en 1/48, Airfix en 1/24, más HK Models y Tamiya en 1/32 que nos garantizan renovadas alegrías y delicias con la graciosa y legendaria estampa del “Wooden Wonder”
Dos cajas diferentes para un mismo molde base, aunque la denominación sea la misma, salta a la vista que la segunda caja debe decir "VI" y no "IV" (6 y no 4 en números romanos).
El kit Revell 1/48 representa en su primera edición, en Alemania, a un Mk.IV de nariz transparente, que  es muy bueno en verdad, siendo la única crítica real es que su tren de aterrizaje está corto y así el bimotor queda MUY echado, un tonto error que se puede subsanar con un tren de otra maqueta (algunos colegas recomiendan el tren del antiguo kit Monogram). En su segunda edición “americana”, persiste el mismo gazapo, más el hecho insólito de que la tapa de caja indica un Mk.IV cuando a todas vistas es la versión caza FB.VI de nariz sólida artillada(ver foto arriba).
Los Box-art de la primera y segunda ediciones del Mosquito Airfix 1/24.
ARRIBA: Una vista lateral del modelo 1/24 terminado y su esperable gran detallado, ABAJO: las 5 versiones que proveía la edición original, la actual ofrece 3 nuevas libreas diferentes de estas.
Del impresionante kit Airfix 1/24 (que raya en lo faraónico), como la web está plena de recuentos y revisiones de este soberbio molde, solo decir dos cosas: Hornby rescata  –una vez más- del baúl de los recuerdos a este que fue uno de los proyectos inconclusos de Airfix a fines de los años ’70, el cual quedó trunco con la quiebra de la fábrica original en 1982 y 2º dejar estampada la sólida y autorizada opinión de mi colega Claudio Bocca sobre la cualidad de este mega-kit (él y su padre han maqueteado por décadas modelos de 1/32 hacia arriba): NO-TA-BLE, con el único punto débil del detalle interior de cabina donde varios detalles son muy someros o simplistas y se hace necesario rehacerlos, como el cableado de las paredes del habitáculo por ejemplo. Del resto de la maqueta ninguna queja, llena todas las expectativas del hobbysta.
El kit HK Models (Hong Kong Models) del Mosquito bombardero Mk.4 en 1/32 es el primero de esta escala en salir desde el molde Revell de 1971, su calidad y detalles son óptimos, aunque su precio estimado (US$ 170.-) da para pensar.
El soberbio (y costoso) kit 1/32 de Tamiya, el cual trae no solo el fino súper detalle que se espera de esta afamada casa nipona, sino que buenas figuras con posturas y actitud que completan el 'look' del modelo.
                                    

Incluso han salido ya publicaciones alusivas para sacarle todo el provecho al nuevo kit Tamiya.
El cuadro se completa este 2015 con la edición de 2 sendos nuevos kits del DH-98 en escala 1/32, un bombardero Mk.IV de la marca china HK Models, cuya revisión pueden ver AQUÍ y un caza bombardero FB.VI de Tamiya que completa así su ya afamada familia del legendario bimotor britano. Para más detalles de este modelo “soñado” haga clic en este LINK

Los cuatro kits comparados en 1/72
Junto con partir con la iniciativa de recoger el origen del DH-98, ya tenía entre ceja y ceja la idea de hacer un review múltiple del Mosquito, con el máximo posible de kits y con más que solo mi punto de vista personal, asi que partí a casa de mi estimado colega modelista y amigo Sergio, le conté mis "planes malvados", me miró y me dijo:

Asi que nos pusimos a discutir los parámetros para el presente artículo. Tuvimos en cuenta, primero que nada, criterios de orden práctico:
1°.- fue (y será) la real disponibilidad de los kits (algo tan importante como la calidad para el hobbysta) y aunque ahora mismo en 2015 dos de los 4 modelos seleccionados no cumplan cabalmente dicha pauta.
.- eso mismo dio pie al segundo criterio, vale decir la escala a analizar: 1/72, que es la que mejor llenaba nuestro objetivo, pues como ya vimos en 1/48 el análisis es directo y sencillo si tomamos como tabla de medida los citados súper kits Tamiya. 
.- la época en que fueron creados y editadospor primera vez, por ende la tecnología de diseño y moldeo empleadas, así podríamos -de este modo- hacer una comparación más dura y objetiva en términos no solo técnicos, sino de cuanto han investigado los fabricantes al momento de hacer un nuevo kit. 

Con las 4 maquetas ya reunidas comenzó la compilación de información de fotos de detalle y además planos serios del DH-98 en 1/72 y en ese último apartado nos topamos con el hecho de que ningún plano era igual y que además varias publicaciones daban diferentes medidas para el Mosquito, parecidas pero no iguales, dejándonos la interrogante ¿Cuánto mide realmente un DH-98? Lo cual resolveremos más abajo. Pero primero desmenuzemos los 4 kits.

Los cuatro kits elegidos fueron el Airfix serie 3 (Ref.03019) que representa 3 variantes (NF.2, FB.6 y MK.18), el Matchbox (PK-116, luego 40116 cuando Revell compró los moldes) que ofrece 2 versiones (BMK.9 y NF.30), el Hasegawa (HM83) que es un FB.6 y el Tamiya (Ref.60753) que permite elegir entre un BMK.4 y un PR.4. Representan pues, un abanico del antes y el ahora en maquetas del bimotor De Havilland.
El más antiguo de los cuatro es el Airfix, editado por primera vez en 1972 (ver foto superior) aunque estaba previsto para 1971, desde entonces ha estado casi permanentemente en catálogo hasta hoy, ergo ha sido –probablemente- el kit de Mosquito más vendido de todos los tiempos. En 1999 se le agregaron piezas para encarnar un NF19 RAF o un J-30 sueco (ref.03062) y desde entonces ha salido en cuanta caja especial o conmemorativa puedan imaginar: Medium Starter Set, 100 Years of Flight (ref.93019 en 2003), RAF Diorama Set (ref.93302), D-Day 60 Anniversary Gift Set (ref.08601 en 2004), VE-Day Anniversary Set (ref.10301 en 2005) y desde 2009, cuando Hornby relanzó las cajas ‘Dogfight Doubles’ reemplazó al ya referido kit 02001 de antes (ref.A50068, aunque el Me-262 siga siendo el mismo viejo molde). Por supuesto este molde también fue editado paralelamente por las marcas asociadas a Airfix en los años ’70, MPC ‘Profile series’ (Ref.2-1516, del 72 al 76) y la serie ‘Bonus’ (Ref.2-0211, del 76 al 78), también salió por USAirfix (Ref.30040) en los ’80 y en Brasil por la marca Kiko (Ref.3019) durante la misma época.

En su calidad de “caballo de batalla” de Airfix y dada la antigüedad del molde, es lógico y esperable ver algún deterioro o fallos en la inyección de cualquiera de las 97 partes del kit A03019 en ediciones actuales o recientes, así que tomamos la precaución de hacernos de una caja ‘clásica’ (gracias Anselmo!) y así analizarlo en estado original. De él aún se puede afirmar que fue el primer kit serio del DH-98 en 1/72 y para el tiempo en que salió su detalle exterior y formas eran de lo mejor; en tanto aunque las instrucciones parten con el clásico armado del interior, este en sí no era lo más relevante de aquellos días, de hecho los fabricantes privilegiaban como detalle ‘top’ el poner una buena figura del piloto, pero aparte de las alguna vez apetecidas figuritas traía un razonable (y muy mejorable) detalle básico de cabina, no así en los pozos del tren donde está por debajo de los estándares actuales. Las calcas son bien impresas, pero carecen de los esténciles necesarios para el Mosquito, se requiere un extra alternativo para el toque final ideal, pues Hornby no ha optimizado el pliego original y siguen las mismas carencias.
ARRIBA: Las dos primeras fotos delatan lo antiguo del moldeo del kit Airfix por cuanto los 2 semi-fuselajes como las alas se surten de manera 'suelta' y no integrdas a un árbol de piezas como el resto del modelo. ABAJO: Tanto el círculo como la flecha marcan las piezas altenativas para conseguir hacer un Mk.18 "Tse-tse", la chapa del cañón tiene el bulbo del carenado del arma muy adelante, es necesario lijarlo hasta dejarlo liso y poner otro bulbo más atrás en la zona de las compuertas ventrales delanteras (ver más abajo el kit de FB.18  Hasegawa)
El resto del kit muy bueno, bien inyectado y detallado, aún para los estándares actuales.
El punto negativo –sin embargo- se encuentra en el área de la proa y la cabina. Veamos, Airfix nos da la alternativa de poder construir un MK.18 “Tse-Tse” anti-buque dotado con el cañón Mollins de 57 mm (derivado del anti-tanque de 6 libras), pero para ello hay que reemplazar la proa completa cortándola, pues la nariz que sirve para hacer el NF.2 y el FB.6 viene solidaria con el resto del fuselaje. Y aunque la sección de corte viene bien marcada, se requiere buen pulso y cuidada paciencia para separar bien la gruesa y firme nariz del caza y luego lograr que la del MK.18 calce óptimo, lo cual delata lo anticuado de la ingeniería del mismo. Lo otro que se nota tanto a simple vista como contra planos (y otras maquetas) es lo largo que parece la nariz base del kit desde el parabrisas hacia adelante la proa: unos 2 mm, un detalle que no redunda –sin embargo- en una catástrofe de armado ni apariencia general.
La edición de 1999, el kit 03062, que representaba tanto un NF.19 'early' del Grupo N° 100 como un par de  J.30 de posguerra de la Fuerza Aérea Sueca. En las imagenes inferiores, el árbol extra con las piezas necesarias para el J.30 y el plan de pinturas para el NF.19 y las calcas (aún las bandas de invasión venían en calca).

Las ediciones presentes: caja nueva, mismo contenido y también en 'Gift-set Dogfight Double' con el me-262A más el pegamento y pinturas incluidos.
Pasando a la canopia, su perfil delantero plano resulta un poquito bajo y notamos que del parabrisas falta el pequeño recuadro central que aloja al limpiaparabrisas, adicionalmente los marcos de la cabina vienen todos moldeados en sobre-relieve y esto solo es realmente válido para la parte delantera de la misma, ya que en el tercio trasero solo el tirante central de la pieza de plexiglass va sobre los marcos internos, de tal modo aquí hay 2 caminos: o se compra derechamente una cabina vacu de reemplazo de la original (Squadron tiene una muy buena y económica) o ponemos manos a la obra lijando y puliendo cuidadosamente aquellos marcos sobresalientes incorrectos. Con todo, el kit Airfix serie 3 sigue siendo una grata y válida alternativa aún después de 43 años de editado. 
El segundo kit es otro clásico del Modelismo, el molde Matchbox (PK-116). Siendo esta una marca eternamente ligada a los autitos Die-cast de metal e invaluables recuerdos de infancia, ergo sus productos de la línea de modelos de construcción a escala estaban enfocados al mismo mercado: los niños. Por ende es el kit con menos compromiso con el detalle fino de los 4 analizados, aunque como es habitual en las maquetas Matchbox su contorno y líneas son bien precisas y correctas; editado por primera vez en 1976, venía originalmente en plástico de 3 colores (gris, verde y negro) a fin de ahorrarle la pintura a su público objetivo infantil; luego en las ediciones finales hasta 1992 (a través de Revell-Alemania) el kit solo venía en poliestireno gris.
Sus principales defectos son: parabrisas muy bajo en las 2 cabinas suplementadas y al igual que el Airfix en sobre relieve, las palas de hélices están tan gruesas como fuera de forma, los spinners están cortos y rechonchos. El interior de cabina es meramente testimonial y si Ud. amigo lector es aficionado a puestos de pilotaje bien detallados, ya en este punto tiene un montón de trabajo por hacer, amén del conocido tema del grueso paneleado bajo relieve (las “trincheras Matchbox”) presente solo en alguna de sus piezas. Sin embargo, dentro de las 61 piezas que componen el kit, hay piezas alternativas conforme a las 2 versiones tan diferentes que ofrece: 2 cabinas, 2 tipos de escapes de motor, 2 proas distintas (acristalada o abultada con radar), y bombas o tanques subalares. Del resto –como ya indicamos- el detalle fino es mínimo y necesita mucho trabajo para dejarlo al nivel de maquetas actuales. 
La caja de segunda generación que conseguimos a través de otro colega (gracias Rafael!) aún conserva los tradicionales árboles de 3 colores direntes.
Los 2 principales peros del kit Matchbox. A) las hélices con contorno demasiado recto y un espesor excesivo B) el parabrisas de ambas versiones es MUY bajo. El resto del modelo es más que aceptable.
Pero, por otra parte, su simplicidad de construcción le da el atractivo de tener en rápidos 12 pasos un modelo terminado; dicha filosofía de armado ha sido recogida con éxito por marcas actuales como HobbyBoss y Zvezda, siendo (desde nuestro punto de vista como modelistas) parte viva del legado de Matchbox. Las versiones de construcción son: un BMk.9 Escuadrón 105 RAF en 1943 y un NF.30 Escuadrón 85 RAF a fines de 1944, claro que las calcas son básicas y carecen de todo esténcil. Además, pasados casi 40 años de su primera edición, sigue siendo el ÚNICO Mosquito inyectado en 1/72 que viene de fábrica con motores Merlin de doble etapa (que van en los mosquitos de últimas series de fines de la 2GM y la posguerra). Actualmente está descontinuado, pero no es difícil de hallar (ni costoso) en sitios web de venta on-line.
El tercer kit del cual dispusimos provino de la bodega de Sergio, un caza-bombardero FB.6 Hasegawa, de una sus varias y consecutivas ediciones con distintas decoraciones y versiones. Esta marca había iniciado una serie de excelentes ediciones de bimotores japoneses de la 2GM durante los años 90, lo cual  varió al sacar una familia de Bristol Beaufighter (para competir con la familia contemporánea de Beaufighter de Tamiya en 1/48) y seguidamente inició su propia familia de DH Mosquito en 1999, nuevamente como respuesta a Tamiya que ya había lanzado sus notables Mosquito en 1/48. 
Todos las diferentes ediciones (mayormente cambio de calcas, salvo el FB.18) del kit Hasegawa.
Sin embargo, el Mosquito en maqueta es –a diferencia del Beaufighter- un desafío mayor, pues es un avión con múltiples configuraciones de cabinas, motores, narices y armamento, de modo que resulta evidente Hasegawa se vio enfrentada al clásico dilema costo-utilidad y tener que diseñar un kit modular que abarcase tanto las versiones bombarderas y de caza sin tener que cambiar demasiadas piezas, de modo que –forzosamente- el resultado fue menos feliz que con sus logrados Beaufighter. Esta tendencia de hacer kits modulares es común a todos los grandes fabricantes actuales.
Al no disponer del molde inicial de Hasegawa de 1999 (CP17 o #51217 que representaba un Mk.IV) para esta comparación múltiple, echamos mano del kit HM83 (N° 00750) que encarna principalmente un caza FB.6 del escuadrón 418 RCAF. Batante tiempo después de este análisis inicial, otro amigo y colega (Blackhawk) nos facilitó el kit inicial con la versión bombardera, pero aquella re-envasada por Revell y comprobamos que salvo por el conjunto de nariz y canopia, el resto es idéntico.
Aparte de la enorme caja provista por Revell-Alemania, el kit es exactamente el mismo que el inicial de Hasegawa, un bombardero Mk.4, con la curiosa transparencia de cabina dividida en dos (un lio para pegarla y que quede bien).
 Como es usual, el moldeo e inyección son excelentes y el detalle de superficie viene en fino bajo relieve, típico de Hasegawa. El kit se compone de 14 árboles de piezas (incluyendo las transparencias y las piezas duplicadas) que totalizan 113 piezas (12 alternativas), que en general tienen muy buen calce. Junto con el árbol donde vienen los 2 semi fuselajes está una pieza especial de costilla en forma de ‘H’, que va por dentro de ambas partes del cuerpo del avión y que ayuda a sostener firme y fácilmente ambas alas, un bonito y útil toque de parte de Hasegawa.
No solo Hasegawa se decantó por esta práctica solución, Tamiya ya la tenía incorporada desde sus kits 1/48.
La citada pieza de refuerzo va ubicada junto a los semi-fuselajes.
La sección completa de nariz (donde se presentan las mayores diferencias entre un tipo de Mosquito y otro) viene por separado, cosa que ya hace más fácil y sencillo trabajar la versión que uno prefiera de este legendario bimotor britano. Punto a favor de Hasegawa! La cabina viene con los marcos en sutil bajo relieve, lo cual facilita diferenciar con solo pintar de distinto color los marcos delanteros de los del tercio trasero, más fácil que con los 2 modelos previos. Pero, la forma del contorno de la canopia tanto en planta como de perfil nos planteó dudas sobre su real precisión, la cual revisaremos más abajo. El detalle interior, sin ser brillante, es mucho mejor que las maquetas previas recien revisadas. 
Las instrucciones son claras y precisas, aunque en el tema de colores Hasegawa sigue su costumbre de solo dar colores con la clave para Gunze Sangyo (normal si tomamos en cuenta que en Japón son fácilmente disponibles), pero un poco de investigación on-line en equivalencias de marcas de pinturas les resolverá fácil y de una vez este pequeño inconveniente. Las calcas son otra historia: como casi siempre son algo gruesas y ligeramente amarillentas (aún nuevas) y aunque el registro está muy bien y los esténciles son correctos, más vale conseguirse unas alternativas. Las versiones que ofrece son la del box-art, TH-M del 418 Sqdn de la RCAF en 1944, un curioso FB.6 dotado de radar y con la panza negra, más el UP-E del 4º Sqdn RAF en 1949 con la sencilla librea de Medium Sea Grey sobre Negro satín de la posguerra.
Tema aparte, en las 10 diferentes ediciones hechas del DH-98 por esta insigne casa nipona hasta hoy, si Ud. amigo lector se interesa por alguna de ellas, debe saber que aparte de la clásica primera edición de 1999 (con 2 versiones para un Mk.IV, HS-F con librea verde oscuro y gris océano con panza en negro opaco del escuadrón 109 en enero del ’43 o el GB-E del 105 escuadrón, primera unidad RAF en usar el DH-98), también hubo versiones del SEAC, RAAF y conmemorativas del Día D y una en particular del Mosquito desarrollado para el Coastal Command, el Mk.18 o “Tse-Tse”. Atención, de esta versión solo se construyeron realmente 18 ejemplares y otros 27 más fueron reconvertidos desde FB.6 estándar para combatir barcos de superficie y los ubicuos U-boots con cohetes de 27 y 60 libras más el citado (y efectivo) cañón Mollins de 57 mm.
Tres vistas de la instalación del cañón antitanque de 6 libras (57 mm), una adaptaciòn tan efectiva como terrorifica conta las unidades navales germanas.


Vista del Box-art del descontinuado kit Hasegawa del FB.18 (aún disponible vía tiendas Internet) y abajo de las piezas especiales de resina y metal incluidas para conseguir esta versión anti-buque.

Hasegawa incluyó piezas de resina especiales para cuajar esta versión, lo cual lo califica como ‘edición limitada’, a saber: la tapa solidaria que reemplaza las puertas de la bahía de bombas (que no aplican para nada en el Mk.18) viene en una sola pieza solidaria que incluye el carenado bulboso CORRECTO de la culata del cañón, amén de la pieza que soporta la caña del arma, la cual viene en bronce, y la nariz completa con solo 2 ametralladoras de 7,7 mm. Las calcas comprenden 2 versiones, el 248 Sq. (con bandas de invasión y una simple letra “O” como código identificador) y el mismo aparato del 254 Sq. ya visitado por Airfix, el QM-D, ambos de 1944. 

Sin embargo, actualmente el único Mosquito Hasegawa a la venta viene emparejado con un Spitfire Mk.7 en una caja conmemorativa de la operación “Overlord” (kit #02096), lo cual no lo hace nada barato, empero cualesquiera de las otras ediciones ya mencionadas son fáciles de hallar en sitios de venta online a precios MUY variables.
El cuarto y último kit del cual tuvimos la suerte de contar fue el ahora descontinuado MK.4 de Tamiya (#60753), de paso difícil de obtener (lo conseguí por gestión y gentileza de mi querida hermana que vive y trabaja en USA) y está pantografiado del excelente kit precedente en 1/48, aunque simplificado (tiene varias piezas menos que su hermano mayor) para muchos representa el mejor molde disponible para construir un Mosquito en 1/72. De hecho al examinar las 102 piezas de la maqueta es fácil percatarse de la bella y limpia inyección de las mismas e inevitable experimentar un rápido sentimiento de fascinación y entusiasmo (como cuando uno ve una bella muchacha).
Pero más allá de la alta calidad, típica de Tamiya, es posible notar la extraña omisión de un par de piezas que no faltan en ninguno de los 3 kits ya analizados: las rejillas protectoras de las tomas de aire de los motores Merlin, las cuales –por supuesto- si figuran en los Mosquito 1/48 de Tamiya, detalle subsanable que no menoscaba la alta cualidad general del kit nipón. Lo otro que resalta de inmediato son las puntas de ala que vienen por separado, y es que como comparte componentes con las versiones de caza, necesariamente estas piezas deben ir aparte (los cazas llevan 1 luz de posición por ala, los bombarderos y fotográficos llevan 2). Además, igual como el kit Hasegawa, este también incluye una pieza en “H” interna para soportar mejor las alas.
Repartido en 6 árboles de piezas, las instrucciones dan comienzo al armado por las nacelas de los motores y recién en el paso 7 se aborda el inicio de la construcción de la cabina, la cual se prolonga hasta el paso 10. En este punto el Mosquito Tamiya aventaja por mucho y claramente a  todos los kits ya revisados, de hecho es un interior tan bueno que nos hizo preguntarnos a los autores para qué existen los kits de mejoras en resina para la cabina de esta maqueta en particular. La transparencia se arma (las ventanillas laterales con blisters vienen aparte) y se instala al final del proceso, ya pegada representa con gracia y fidelidad la canopia de parabrisas bicelado en punta de las versiones de bombardero y reconocimiento del DH-98. Sin embargo, al medirla y ponerla contra planos, nos sorprendimos al comprobar que su sección caudal está corta en 1,9 mm. Enfatizamos que solo está corta la parte trasera pues las secciones delanteras y medias están perfectas en largo, ancho y alto, es un defecto sin duda, pero nuevamente no afecta el buen aspecto general de la maqueta ni la grácil captura de las formas del “Mossie” por parte de Tamiya. Para muestra un botón:
ARRIBA: La tercera opción del Mk.4 de Tamiya, un aparato de reconocimiento de 540 Sqdn. ABAJO: el resto de los moldes de la familia 1/72 de la casa nipona que si están disponibles, el caza FB.6 + caza nocturno NF.2 y la caja del NF.13 y NF.17, que es prácticamente la misma, pero con las piezas alternativas para hacer el caza nocturno con nariz bulbosa.
 
Estas son los árboles de piezas que definen tanto al FB.6 como al NF.13. A) las flechas marcan la portezuela de acceso y el hueco en la nariz alternativa para cualquiera de las 2 ediciones, un detalle que NINGÚN otro Mosquito en 1/72 posee y que le da mucha vida para un diorama o viñeta B) la nariz bulbosa del NF.13/17 trae la cámara-ametralladora en el lugar y forma precisos. C) otro fino detalle de lujo es la pantalla del radar AI.Mk.8 que va dentro de la cabina del NF.13.
ARRIBA: Las calcas correspondientes al FB.6, las cuales incluyen -una vez más- al célebre T-EG de la Operación Jericó de 1944, que también viene en el kit Tamiya 1/32. ABAJO: El pliego del Mk.4 y la última página del instructivo de la maqueta con la versión del Pr.4 en PRU Blue.
Por último están las calcas, mucho mejor impresas y delgadas que las que Tamiya usualmente proveía en sus kits de los ’80 y ’90. Las alternativas de decoración para el kit que tenemos son tres: J-GB del mítico 105 Sqdn., F-HS del 109 Sqdn (en librea nocturna) y un Pr.Mk.IV de foto-reconocimiento sin código identificador (sn: DZ383) del 540 Sqdn completamente pintado en PRU Blue. El esténcil es completo y correcto. Finalmente consignar que si bien este molde en particular está descontinuado desde hace unos años no es difícil de hallar en sitios de venta en línea, PERO a precios muy altos para una maqueta en 1/72, no importa cuan buena sea.

Las odiosas (pero necesarias) comparaciones 

Como ya dijimos, cuando empezamos este análisis múltiple nos dimos cuenta que ningún plano disponible del Mosquito en publicaciones varias o la Internet era igual o cercano a otro. Las diferencias de tamaño y proporción iban de lo sutil a lo grotesco, de modo que sin poder saber CUAL de todos era el más acertado, nos vimos en la obligación de bucear en las tablas de publicaciones históricas británicas y aquí fue donde acudió al rescate nuestro amigo Felipe Billault, quien como buen importador de 'delicatessen maqueteras nos proveyó de un excelente y 100% fiable libro sobre el Mosquito FB.6, con planos en escala 1/48 hechos con mucha precisión.

La publicación precisa y correcta (SAM Publicationes) que nos hacía falta como medio de referencia y comparación.
Así, nos fue sencillo hacer los cálculos y reducciones del caso y establecer, fehacientemente y fuera de toda duda, las reales dimensiones del DH-98 en sus diferentes versiones en 1/72 que son  Armados de este conocimiento nos lanzamos a la tarea de comparar los 4 kits que disponíamos, he aquí los resultados tanto desde una perspectiva fotográfica como una comparativa visual como contra planos:
Partimos! Nos lanzamos a la vida, sacamos de los moldes los 4 fuselajes y con cinta mágica 3M #810 (de baja adherencia) los ensamblamos para presentarlos y comenzar la comparación visual entre ellos. 1) Tamiya 2)Airfix  3)Matchbox 4)Hasegawa. De inmediato resalta la forma distinta del contorno de cabina del Hasegawa.
Lo cual nos indujo a verificar el ancho máximo de cada fuselaje conforme a las medidas que nos referían los planos, pero todos daban medidas bien similares.
Así que reordenamos los 4 kits dejando los dos FB.6 juntos al centro, ya se nota a simple vista diferencias en las proporciones de ambos moldes, tanto en los fuselajes como en sus cabinas.
Usando buena literatura y Notebook PC con variadas fotografias históricas y actuales de museos en detalle, comenzamos a mirar los 4 fuselajes desde distintos ángulos para ver cual captura mejor las líneas y 'personalidad del bimotor De Havilland Mosquito.
Para lograr una mejor comparación general les agregamos las cabinas y de inmediato las diferencias son más notorias. A)Tamiya  B) Airfix, la fkecha marca su mariz más larga  C) Hasegawa, la flecha indica una cabina más voluminosa que las demás del grupo  D) Matchbox.
Una vista semi lateral llovida nos refuerza estas mismas impresiones, destacando el diferente contorno trasero de la cabina del kit Hasegawa (C) y claro la nariz más larga del molde Airfix (B).
Comenzamos con las vistas en varias perspectivas para ver cual plasma mejor el aspecto general del Mossie, desde esta perspectiva tanto el Tamiya (A) como el Airfix (B) nos parecieron más convincentes que el Hasegawa (C) y el Matchbox (D).
Pero, basta con variar un poco la visual hacia un ángulo semi-lateral y la cosa cambia! El kit Tamiya (A) sigue luciendo igual de bien, pero no así el Airfix (B), pero el Hasegawa (C) se ve bastante mejor desde este punto de vista, incluso el humilde Matchbox (D) luce más convincente que el Airfix!
Esta otra toma nos ilustra el cambio de nariz y cabina del kit Matchbox (A) para cuajar la versión NF.30 nocturna, la cual comparada con cualquiera de los otros 3 modelos luce un parabrisas muy bajo.
Pero visto de lado la cosa cambia! El kit Matchbox (A) en configuración NF.30 luce muy equilibrado, por el contrario el kit Hasegawa (B) resalta la protuberante forma de su cabina. En tanto los moldes Airfix (C) y Tamiya (D) mantienen los mismos pros y contras ya revisados màs arriba.
Para esta vista llovida buscamos hacer un truco comparativo: hacer calzar la posición de las colas de los cuatro fuselajes y así ver como se como se compara la posiciòn de las cabinas de cada uno. Como pueden apreciar todos bien salvo el kit Hasegawa (B) que es visiblemente más corto.
Vistos de lado los cuatro fuselajes lucen correctos en términos generales, siendo notorio como los dos kits modernos (Hasegawa y Tamiya) traen las bahías de bombas abiertas al contrario de sus 2 contrapartes de los '70. Sin embargo esta impresión de equidad se rompería al poner los fuselajes contra planos en 1/72.

Esto acentua la interrogante sobre cual de las dos proas de FB.6 está más cerca de la realidad ¿el Airfix o el Hasegawa?, en la toma inferior ambos kits en discordia calzados por la cola evidencian notorias diferencias en la zona del morro.
Lo que no se aprecia en los planos: los kits vistos de frente nuestran un aspecto aún más diferente! Primero está la forma del fuselaje, en el Airfix luce más deprimido en sus costados (sin perder la redondez), en tanto el Hasegawa se ve más redondeado y correcto. La nervadura vertical de refuerzo del fuselaje está mejor lograda en el Airfix (A) en tanto la del Hasegawa (B) está un resto exagerada y protuberante. El morro de ambos kits es la característica más distinta y disímil en dimensiones, pero también los parabrisas de cabina de ambos moldes son bien diferentes más allá de si son en bajo o sobre relieve, siendo el de Hasegawa (D) mejor logrado en forma y dimensiones que el Airfix (C).
En este punto la comparación contra planos favorece -en términos generales- favorece al kit Airfix sobre el Hasegawa al ser ambos una representación de la misma versión FB.6. Veamos que pasa con los fuselajes de los otros dos moldes restantes.

Si miramos los cuatro fuselajes el molde de Tamiya destaca claramente como el mejor y más exacto de los cuatro. Todos tienen fortalezas y debilidades, pero el kit nipón resulta hasta aquí el mejor logrado. Pasaremos ahora al análisis de las respectivas cabinas y algunas más en 1/48 como punto de comparación de formas y dimensiones.
Partimos por la comparación de perfil de las cabinas de Airfiz (A) y de Hasegawa (B) que muestran claramente sus diferencias de forma. En cuanto a dimensiones ahora ya sabemos que la de Hasefawa está corta.
El conjunto de las cuatro cabinas vistas de perfil y en vista llovida. A)Airfix  B)Matchbox  C)Hasegawa  D)Tamiya. La calidad intríseca y menor distorisión de las transparencias son evidentes en las 2 cabinas más modernas.
Ahora las 3 cabinas de versiones de caza, E)Airfix F)Matchbox y G)Hasegawa comparadas contra la transparencia del kit 1/48 del FB.6 de Airfix (que va OK contra planos) a fin de ver similitudes de forma y en primera instancia la más parecida (por contornos) es la Hasegawa. ABAJO: Por el mismo expediente (el contorno inferior de la transparencia) hcimos un primer test de calce usando la cabina Matchbox sobre el fuselaje Hasegawa, buen resultado general, pero quedó un poco corta en el extremo trasero.
Como contra muestra y elemento de control usamos el kit Airfix en 1/48 que se comportó muy bien contra los planos.
ARRIBA: Como procede de una edición original de un FB.6 de Caza, el citado kit Airfix trae la cabina de esa versión (A) y también la de sus nuevas versiones de Bombardero y Reconocimiento (B). ABAJO: Las canopias Airfix en 1/48 comparadas contra sus símiles en 1/72, las versiones bombarderas/recce A) versus D)Tamiya, muy bien ambas. Solo en las de caza (ambas de Airfix B y C) es la edición en 1/72 luce inferior en detalle y formas frente a su par en 1/48.
Las canopias que no comparamos contra planos fueron la del Mk.4 de Tamiya y su simil de Mk.9 de Matchbox, ambas de parabrisas dividido, debido a no tener un plano confiable a mano. PERO hicimos la siguiente pruebita con la transparencia de proa de ambos kits:

Como todo buen bimotor (P-38, Bf-110, B-25, Ki-46, A-20, JU.88, etc) uno de los aspectos que todo modelista revisa y evalua es la forma, tamaño y proporciones de las nacelas de los motores, pues una parte significativa de la "personalidad" del modelo terminado reside en que dicha parte del avión esté correcta, si no es así quedará sozo o bien sin ese indefinido y esencial toque que lo hace ser nuestro favorito. El DH-98 no escapa a esta lógica y -como ya mencionamos antes- fueron las desacertadas dimensiones de sus nacelas las que dejaron fuera al Mosquito Frog/Novo de este review comparativo, veamos pues las nacelas enfrentadas:
Las nacelas enfrentadas. Este item fue el con menos diferencias en dimensión y proporciones. A) Tamiya *) Hi-Tech de resina B) Matchbox C) Airfix y D) Hasegawa. Cada una con sus respectivas canopias.
En esta vista agregamos la sección inferior del ala del Hasegawa (A) para una mejor comparación con el resto de las nacelas. B)Tamiya, que está un poco corta de atrás. C) Matchbox D) Airfix y E) Hi-Tech set de resina francés diseñado para el kit Airfix en los años '90.

La muy detallada (y descontinuada) nacela de Hi-Tech (*) comparada contra la que pretende reemplazar (B) de Matchbox que es la del motor Merlin 66 (doble etapa) en adelante y la del Merlin 25 (C) representada por Airfix.
Al mirar nuevamente a los kits en discordia, la nacela del Hasegawa (A) luce un poquito menos robusta y redondeada que la de Airfix(B). También la longitud total de la toma de aire es menor en el kit nipón. Las canopias solo están como medio de comparación de formas presciendiendo de los fuselajes 1) Airfix 2) Hasegawa·3)Matchbox NF.30 4)Tamiya.
En este punto en particular lo viejo vence a lo nuevo: las dimensiones de la necela Airfix son mejores contra planos que la de Tamiya, aunque debemos reconocer que es algo menor y no grave para el molde japones.
El moldeo por separado de la sección delantera de las nacelas ha hecho pensar y especular que Hasegawa se aventuraría con las versiones de motores Merlin de doble etapa como las del kit Matchbox (ver nacela más arriba), pero hasta ahora nada de eso ha ocurrido.


¿Y las alas? La forma y dimensiones de las superficies alares son la mitad de la ecuación en cualquier maqueta de avión, no importa en que es que escala esté editado. Así que por supuesto nos dimos a la tarea de compararlas entre sí y también contra planos donde nos encontramos con nuevas sorpresas y datos a considerar a la hora de elegir un kit u otro del DH-98.
                                     

Vistos todos los elementos principales de cada y la calidad del detalle, el resultado final es bastante predecible: el mejor DH Mosquito(s) disponible(s) en 1/72 son aquellos editados por Tamiya. Solo arreglar esa pequeña omisiòn de las rejillas protectoras de las tomas de aire (muy sencillo de hacer con o sin productos After-market) y tendràn un Mosquito 99,9% perfecto! Solo su elevado precio y su relativa poca disponibilidad en tiendas cercanas pueden ser considerados como reales defectos. PERO el segundo puesto fue una verdadera sorpresa, pues a fin de cuentas el kit Hasegawa es contemporáneo en edición al Tamiya, sin embargo, como hemos visto -más allá del prestigio de Hasegawa- es un molde con múltiples errores e imprecisiones de forma, proporción y dimensiones, que a fin de cuentas ponen al molde de más de 40 años de Airfix en una justiciera 2ª posición, por sobre su moderno rival.

Aún el tercer lugar es problemático de definir, pues aunque el kit Matchbox es MUY simple y hasta basto en materia de detalles, el Hasegawa resultó tan decepcionante que debimos sopesar con más cuidado la decisión. Finalmente pesaron más la buena calidad de los detalles del kit nipón que la mayor precisión del molde inglés, pues con poco esfuerzo se puede convertir al molde Hasegawa en otras versiones, aprovechando el particular despiece de sus motores y bahía de bombas, cosa que atestiguan sus muchas y variadas ediciones, así que el tercer puesto (por una cabeza) es para el kit japonés.
Esperamos sinceramente que el esfuerzo investigativo y las muchas horas de estudio (que pusimos ambos autores por igual), los haya ayudado e iluminado de manera práctica y didáctica a la hora de elegir una versión de las muchas encarnadas por el célebre bimotor De Havilland y que esta “fiebre de Mosquito” se les haya contagiado!

Gracias por mirar y hasta la próxima!

Agradecimientos especiales: Gabriela Cornejo, Jaime “Blackhawk” Capurro, Enrique “Adlertag” Arenas, Anselmo “Alpha” Aguilar, Julio Abraham, Alejandro Abraham, Felipe Billault, Claudia Perez y Valeria Tetamandi.