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Modelos de aeronaves, barcos, blindados y vehículos. Además hay buenas historias y anécdotas de la aviación civil y militar del Siglo XX, más datos y técnicas prácticas para cultores del modelismo a escala

C-3PO Translater

jueves, 23 de junio de 2011

Busto de Piloto, 1ª Guerra Mundial, 1/4 de escala


Algo Diferente...
 
Por Jolly Rogers

En ocasiones el Hobby te lleva por caminos inesperados y diferentes de la lógica habitual de simplemente tomar un kit para proceder a armarlo, lijarlo, pintarlo, "decalearlo"(1) y finalmente barnizarlo para proteger tanto las calcas como la pintura, proceso que de por sí depara buenos y malos momentos con la maqueta en construcción, esto en función de los errores de forma del modelo o del diseño de las piezas y componentes... ni hablar cuando caemos en las garras de la tentación y ponemos manos a la obra con algún set de fotograbado o resina (o ambos) de por medio! Ahí cuando los 'dolores de parto' se multiplican y el final feliz del cuento se suele complicar y en ocasiones se transforma en una suerte de historia de terror... pero hay gratas excepciones a ambos caminos.
El busto 1/4 de escala ya lavado y listo para imprimación.
Desde dimensiones contiguas y parientes cercanas del mundo del modelismo aparecen atractivas opciones para hacer un modelo, o más bien un necesario complemento de uno, me refiero a un busto en escala 1/4 (si, tal cual un cuarto de escala) de un piloto de la Primera Guerra, donde el aspecto de los llamados "Caballeros del Aire" no difería mucho en su equipamiento personal de una fuerza aérea a otra. Tenemos que recordar que solo habían pasado un poco más de 10 años desde el primer vuelo de los hermanos Wright y aunque poco a poco se había conseguido implementar sistemas de armamento compatibles con los aún frágiles biplanos de observación, de bombardeo y de caza, la indumentaria de pilotos y tripulantes aún no era un tema de desarrollo científico ni de diseños especiales por parte de cada nación contendiente. Más bien se les proveía de gruesas chaquetas, botas y cascos de cuero forrado en lana, amén de la consabida bufanda de seda; cuando mucho se dotaba a esos primeros sufridos aviadores de guerra de 'overalls' (un mono o sobretodo) de los mismos materiales para paliar en algo los crudos meses invernales, lo cual me trae a recuerdo el tragicómico alcance de un antiguo (y ya retirado) piloto de la FACh, quien se refería a la cabina abierta del Fairchild PT-19 (donde hiciera su curso de instrucción básica) como "climatizada", ya que la temperatura del cockpit era la misma del clima en rededor de su altura de vuelo! Brrrrrr! En fin, en tierra durante el prevuelo u otras actividades en sus bases es donde es fácil reconocer a los de un bando u otro: por sus gorras de servicio, las cuales son muy distintivas para cada país o servicio armado, esté el piloto con y sin su abultada ropa de vuelo.
Von Richtofen y algunos de sus hombres de la Jasta 1.
Von Richtofen en tenida de vuelo.
 
Una réplica actual de un Fokker DR-1 y su piloto impersonado con los atavíos de la època... casi 100 años atrás!




 Tras estos considerandos lo que ocurrió fue que un día me llegó un e-mail de un aeromodelista de provincia (cercana a la capital) consultándome amablemente si yo podía pintarle un busto de piloto para un proyecto de un triplano Fokker DR-1 de la 1a Guerra. Le contesté afirmativamente y nos pusimos de acuerdo que para cuando el viniese a Santiago, me pasaría el mentado accesorio. Mientras llegaba el día, me preocupé de buscar información y literatura adecuada en la web, sobre todo por el tema de que este busto debía formar parte de un aeromodelo radiocontrolado completamente funcional, distinto del trato más bien pasivo que reciben nuestras maquetas ESTÁTICAS a escala. De hecho, me enteré que estos 'sujetos' suelen ir adheridos al avión mediante una plataforma un poco más grande que la base misma del busto, de modo de poner y quitar la figura del puesto de pilotaje y así acceder a los servos, varillas de control, baterías y el receptor de radio, pudiéndose hacer mantención o reparaciones según sea lo que el aeromodelo necesite (siempre necesitan algo, créanme).
Los limitados y casi cómicos bustos 1/4 escala de Greatplanes, en sus dos versiones con o sin pintura.
Por ende, debido a la continua manipulación, la capa protectora de barniz del busto debía ser muy generosa. Cuando el día del encuentro llegó (un sábado por la mañana) me encontré con la grata sorpresa de que este señor, un tipo muy grato y educado, se había traído el mismo desde afuera -vía Internet- su propia elección del sujeto que engalanaría su DR-1. Afortunadamente este busto de la marca Aces of Iron, difería bastante de los ‘macacos’ de la marca Greatplanes que se pueden encontrar en el comercio especializado de Chile, lo cual me subió mucho los ánimos con este trabajo.

La pieza en sí estaba hermosamente detallada y la indumentaria calzaba históricamente muchísimo más que los citados esperpentos de Greatplanes, sin embargo no estaba libre de problemas: desde el casco y por toda la espalda de la figura corría una cicatriz, producto probable de un apresurado sacado desde el molde matriz. Téngase presente que todos estos bustos son huecos a fin de ahorrar el máximo de peso al aeromodelo, que es el factor clave de ese hobby en particular, de modo que no es tan raro que un fabricante de edición limitada como se notaba era el origen del busto que ahora tenía en mis manos, tratase honestamente de salvar un producto antes que tirarlo al tacho de  basura.

Puse pues manos a la obra: sin nada que armar realmente, comencé lijando la fea marca en la cabeza y espalda, para luego enmasillar dicha zona. Luego aplicaría una capa de imprimador gris de Testors en formato spray (#1237)en la parte baja del futuro émulo del célebre Barón Rojo, pero antes tendría que esperar a que curase bien la masilla. Lo apliqué más que nada por el temor de que la pintura tipo enamel (esmalte sintético al aceite) no adhiriese bien a la resina del busto y antes que tocar la cara del piloto, opté por aplicarlo en la zona de la casaca de vuelo. Desafortunadamente para el Blog, la secuencia fotográfica del empleo del imprimador Testors, salió sobreexpuesta (si, también pasa con las cámaras digitales) y a pesar de mis esfuerzos con mi programa gráfico, no hubo caso de arreglarlas como para publicarlas decentemente. Bueno, cuando el imprimador secó (1 ½ día en verano) procedí a probar pintar en zonas con y sin el aparejo gris. A fin de cuentas la precaución surtió efecto y la pintura agarró muy bien.

Con la zona de la cabeza decidí jugármela y no aplicar aparejo, pintando todos los tonos directamente, tanto con aerógrafo como con pincel. Apliqué primero H-62 Cuero de Humbrol y después maticé con 1736 Cuero de Model Master que es más oscuro y rojizo. La parte de la visera del casco (doblada hacia arriba) fue aerografiada en XF-57 Buff de Tamiya. La casaca de vuelo recibió una mano de H-67 Panzer Grey de Humbrol y las solapas de la misma le apliqué XF-57 Buff de Tamiya. El cuello de chiporro y la bufanda les puse una base de 1768 Blanco Mate de Model Master, del cual desistí en el caso de la bufanda por un H-96 RAF Uniform Blue de Humbrol, el cual apliqué derechamente a pincel, como base para obtener luces y sombras con un color más claro después.
 Volviendo a la cabeza me concentré en la cara, dando primero una base de XF-15 Flesh de Tamiya y antes de que comenzase a secar, apliqué H-61 Flesh de Humbrol, más oscuro, fundiendo suavemente con el pincel ambos tonos. En esta etapa eché de menos los 4 tonos piel de Model Master, aparte del acostumbrado grano fino de estas pinturas esos colores piel hubiesen aumentado notoriamente el realismo facial de una figura que lo amerita, no olvidar que es escala 1:4 y los detalles de este tipo relucen mucho más que en 1:35 o aún en 1:16. Al día siguiente contraataque con la casaca aplicando H-33 Negro Opaco de Humbrol en lo profundo de los pliegues de la misma para lograr sombras (sé bien que esto le debe revolver el estómago a mis colegas expertos en figuras, ja-ja!) y luego mezclando 50/50 H-33 con H-67 pinté los bordes superiores de las arrugas de la vestimenta. No quedó nada mal a fin de cuentas.

En cuanto al cuello de chiporro, apliqué con aerógrafo de doble acción una fina y diluida capa de XF-57. Hago mención de la doble acción por cuanto el chorro debía de ser lo más fino posible y caer aleatoriamente sobre la superficie que imita la textura de la lana, de modo de conseguir lo mejor posible las decoloraciones y matices que caracterizan a ese material natural. En el casco repase con 1736 de Model Master las costuras y las correas para realzar el efecto de usado en dicho implemento. La bufanda volvió a recibir blanco, pero esta vez a pincel y en capas irregulares a fin de tratar de capturar el aspecto traslúcido de la seda, aprovechando la base previa con H-96. Como paso final fui dejando las antiparras o lentes de vuelo, ya que –nuevamente- la gran escala del busto hace necesario considerar una técnica que nos brinde el mayor realismo posible.

Inicialmente pensé en pintarlos con X-10 Gun Metal de Tamiya y una vez bien seco rellenar los espacios de ambos lentes con laca líquida para muebles marca Aristocrat, un producto que al secar da excelente apariencia de agua o vidrio según sea como y cuanto se aplique. Pero habían dos problemas con este plan maestro, la primera es que el citado barniz tiene un secado más lento que una resolución judicial y la segunda (casi insoluble) es que los finos bordes de resina de los lentes presentaban varios segmentos menos por donde el barniz se escurriría fuera de los márgenes de las antiparras con el consiguiente desastre… ¿Solución? Pintar XF-56 Metallic Grey los marcos y X-10 Gun Metal los lentes mismos acentuando el tono en el centro de cada uno para dar la sensación de “ojos”, finalmente después de dejar secar estos tonos metálicos, di una mano de H-1322 Clear Orange de Humbrol (naranjo transparente, que más luce como un amarillo ambarino) y presto antiparras listas!
Este es el busto del piloto alemán de Aces of Iron, nótese la medalla Blue Max y el estilo distinto del casco.
El toque final es un ‘velo’ aleatorio de betún de Judea para darle una terminación más orgánica a la casaca y sus detalles y recovecos. El rostro también recibió pequeños toques del betún y de X-10 para simular el inevitable salpicado del aceite de motor y así otorgarle al piloto un aspecto de estar “en plena acción”. Lo curioso vino tras terminar el trabajo al verificar que este busto corresponde a un piloto 'genérico' de la 1ª Guerra y la marca Aces of Iron si dispone de un piloto alemán con la Blue Max en el pecho y todo! pero quizá cuando mi cliente compró no había stock del aviador teutón. Sin duda se me quedaron detalles por mejorar, pero quedé muy conforme con el resultado final y me quedó un agradable sabor al paladar de hacer un modelo sin tener que armar NADA y solo enmasillar y lijar un único error de fábrica, en resumen fácil y bonito!
Voy a buscar otro bustito…

Hasta la próxima! 

(1)Decalearlo: Anglicismo popular entre los cultores del modelismo, del término inglés ‘decal’ que significa calcomanía (calca para los iniciados) y del cual sale el invento verbal “decalear”, yo no lo inventé (ni de lejos) pero de leso lo uso.